Cuento de Navidad

"Quizás Scrooge no habría podido decir por qué, si alguien hubiera podido preguntarle, pero sintió un deseo especial de ver al Espíritu con el gorro, y le suplicó que se cubriese.

-¡Cómo! -exclamó el Espectro-. ¿Tan pronto queréis apagar, con manos humanas, la luz que doy?. ¿No es bastante que seáis uno de aquellos cuyas pasiones hacen este gorro y que me obligan, a través de años y años, sin interrupción, a llevarlo sobre mi frente?

Scrooge negó respetuosamente toda intención de ofender y dijo que no tenía conocimiento de haber, a sabiendas, contribuido a confeccionar el sombrero del Espíritu en ninguna época de su vida. Después se atrevió a preguntar qué asunto le traía.

-Vuestro bienestar -dijo el Espectro.

Scrooge mostróse muy agradecido, pero no pudo menos de pensar que una noche de continuado reposo habría sido más conducente a aquel fin. El Espíritu debió de oír su pensamiento, porque inmediatamente dijo:

-Reclamáis, pues. ¡Preparaos!

Y al hablar extendió su potente mano y le cogió nuevamente por el brazo.

-Levantaos y venid conmigo."

Canción de Navidad - Charles Dickens


Regresemos al año 99, a punto de comenzar la cuenta desde cero de un nuevo siglo. Hago una llamada al fantasma de las navidades pasadas.

Junto a las de "la huida" son las que mejor recuerdo en mucho tiempo. Se me quedaron marcadas como un sello en la piel. Desde entonces ningunas navidades han vuelto a ser lo que soñaba que eran: fiesta, celebración, familia, regalos, árbol iluminado, mantas y estufas y programas entretenidos en televisión.

Nada andaba como debía, la casa estaba triste, ni un mísero adorno, aquel año, como otros años atrás, no apetecía y me resultaba tan ilógico pensar que las Pequeñas no conocieran ese ambiente que me entristecía a mi también. Mis ganas por querer hacer de aquello algo más de lo que parecía, de huir de aquel frío entorno era mi principal objetivo, ya conocía lo que era pasar unas época como esa sin nada que contar, nada que descubrir a los demás, llegar al cole y responder a la ingenua pregunta que hacía todos los años la profesora que ese año tampoco me había traído nada Papá Noel, no quería lo mismo para ellas.

Montaron un circo en la ciudad.

Era predecible, todos los años lo hacían y a mí me gustaba su ambiente, decidí sugerirle a Ella ir al circo ya que ese año apenas había apreciación de la festividad, única festividad que siempre me ha gustado y no se bien porqué, tal vez porque recuerdo con vagas imágenes aquel trineo que me regalaron en Alemania con gran entusiasmo. Con largas excusas me intentaba quitar la idea de la cabeza, sencillamente no le apetecía ir. Aquel sábado del 25 de diciembre amaneció como un día cualquiera. Lugubres miradas a mi alrededor conseguían hacer que me desquiciara por momentos, cogí a las pequeñas y previo permiso me las llevé al circo.

No había colas que hacer, todas las familias disfrutaban en sus casas con sus pequeños, con sus regalos y polvorones, sus luces, cenas, risas y lagrimas o en los parques estrenando los nuevos patines, bicis y balones. La desoladora visión de la sala, con apenas una docena de personas hacía del circo una de la cosas más tristes que he podido ver en mi vida. Música alegre con ecos de vacío, latigazos a diestro y siniestro, rugidos y acrobacias sin sentido, payasos que trataban de animar a los cuatro pequeños que habia bajo la carpa. Y recordar la sonrisa de las Pequeñas al disfrutar del evento... me estremece, no podían pedir más.

Llegar a casa y encontrarme con todo apagado pues Él y Ella dormian, preparé algo de comer para las tres mientas pensaba: Feliz Navidad...

Derechos de autor

A fin de evitarme encontronazos con los autores de las imagenes que aquí se publican debo decir en mi defensa que son todas extraídas de vinculos de internet, (un lugar que admiro especialmente por su libertad de expresión), tengan o no derechos de autor han sido escogidas por el impacto que me han podido producir y/o la relación con mis escritos, por tanto no me atribuyo ninguna de las obras que no lleven mi firma. Si alguno de sus autores se pierde por este blog y encuentra una imagen con cuya publicación no esté de acuerdo, tan solo debe darme un toquecito y será borrada.

En cuanto a mí: Todo lo relatado en este lugar es veridico, forma parte de la insulsa vida de una damisela con recuerdos en apuros y podrá ser utilizado como guste. Así pues, despues de lo dicho, espero que disfrutéis en este pequeño rincón.

Yhadax.

 

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